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El método Poka-Yoke explicado en 5 ejemplos

Una de las cosas más frustrantes de viajar es toda la espera que tienes que hacer.

El Poka-Yoke es una técnica de mejora continua que tiene dos objetivos fundamentales: por un lado, evitar errores inadvertidos en los procesos de producción y logísticos y, por el otro, corregir las ineficiencias en el supuesto de que lleguen a producirse.

En la actualidad, la omnicanalidad ha obligado a las empresas a preparar y entregar en el menor tiempo posible un número muy elevado de pedidos diarios. En este escenario, los responsables de los almacenes se esfuerzan en eliminar posibles fallos que suponen demoras y pérdida de confianza de los clientes.

Pero, ¿cómo el Poka-Yoke ayuda a suprimir los errores en el picking? En este artículo veremos en qué consiste exactamente y lo ilustraremos con cinco ejemplos de cómo puede aplicarse.

¿Qué es el Poka-Yoke?

Creado en la fábrica de Toyota en Japón en 1960, el método Poka-Yoke se traduce, literalmente, como “a prueba de errores”. Se trata de una técnica de mejora continua dedicada a evitar equivocaciones en cualquier proceso de producción y logístico.

El Poka-Yoke puede englobar estrategias que perfeccionen y optimicen los procedimientos de un almacén o una planta de producción como, por ejemplo, las 5S del método Kaizen.

También puede hacer referencia a objetos diseñados específicamente para anticiparse a los errores humanos como los cables USB, utilizados para transmitir datos y cargar dispositivos. Estos solo pueden introducirse en el puerto por la cara adecuada pues, de lo contrario, no cumplirán su función.

El ingeniero Shigeo Shingo desarrolló esta filosofía de trabajo con el propósito de eliminar las ineficiencias en los procesos de producción y su puesta en práctica fue todo un éxito. Lo logró aplicando prácticas que simplifican el trabajo de los operarios y que minimizan las distracciones para que puedan concentrarse en sus tareas.


Los cables USB son un Poka-Yoke porque, para que funcionen, tan solo pueden introducirse por una cara

¿Cómo aplicar el Poka-Yoke?

La pregunta clave es: ¿cómo adoptar el Poka-Yoke, por ejemplo, en una planta de producción o en un almacén? Para empezar, lo primero que hay que hacer es identificar y examinar cada uno de los procesos. En este análisis, se estudia la forma en la que se desarrolla cada operativa, haciendo especial hincapié en los posibles fallos que se puedan cometer.

A continuación, se escoge el enfoque Poka-Yoke adecuado, es decir, se plantea una solución que minimice o impida todos los posibles fallos. También se asume que hay errores inevitables y, para estos casos, se diseña un sistema de detección y reacción, con el fin de reducir su impacto.

Por último, se hace un seguimiento de la operativa con el objetivo de constatar que el Poka-Yoke y su implementación han funcionado.

La preparación de pedidos es una de las operativas más complejas del almacén y donde el Poka-Yoke puede tener un efecto más favorable

Tipos de Poka-Yoke

El Poka-Yoke puede clasificarse en cuatro tipos:

  • Secuencial. Se basa en preservar un orden o una secuencia de un proceso. Si no se cumple, no se puede cerrar la tarea y, por tanto, es imposible avanzar hasta el siguiente proceso.
  • Informativo. La información clara, sencilla y directa ayuda a los operarios a realizar las distintas operativas sin equivocarse.
  • Agrupado. Consiste en preparar kits con todos los materiales y piezas necesarias para llevar a cabo una operación. De esta forma, los operarios no pierden tiempo en ir a buscar los materiales que necesitan para trabajar porque ya los tienen todos a mano.
  • Físico. Son cambios en la usabilidad de ciertos dispositivos con la intención de prevenir errores. Por ejemplo, las lavadoras o los microondas que utilizamos en casa no se ponen en funcionamiento hasta que las puertas no estén debidamente cerradas o se haya seguido una cierta secuencia (elegir temperatura, minutos, programa, etc.).

Con todas estas prácticas lo que se busca verdaderamente es eliminar los errores en las actividades repetitivas o en aquellos procesos donde los operarios pueden equivocarse por desconocimiento o despiste. Así, los operarios pueden centrarse en su trabajo, en vez de malgastar el tiempo en hacer comprobaciones o en corregir las ineficiencias.

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Extraído de: Mecalux News 29/09/2020